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Malcolm una pasión

  • Foto del escritor: Gonzalo Sorbo
    Gonzalo Sorbo
  • 28 may 2020
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 2 jun 2020

Nicolás Gómez tiene 24 años y actualmente se desempeña en el Club Ferrocarril Oeste como volante por izquierda. Su amor por el fútbol viene desde muy chico, pero lo que siente por Villa Malcolm es aún mayor.



Si te digo infancia, ¿qué es lo primero que se te viene a la cabeza?


(risas) Mira ahora lo que recuerdo es salir corriendo del colegio para ir a la plaza que estaba a la vuelta, para jugar con mis amigos. Ahí me crié y voy a seguir yendo. Es donde pasamos todas las tardes disfrutando y jugando a la pelota.


¿Cómo llegó el fútbol a tu vida?


El fútbol llega a mi vida a los 4 años cuando mi tío me llevó a Malcolm (club de futsal ubicado en Villa Crespo). De todas maneras, por más que no recuerde, siempre me dicen que cuando era chico, me iba a dormir con una pelota abajo del brazo, sino no me dormía.


El fútbol llegó de la mano de Villa Malcolm, ¿Qué significa este club para vos?


Malcolm es todo en mi vida, es mi segunda casa. Siempre busco una excusa para pasar por el club. Si estoy aburrido en casa o cuando salgo a comprar, trato de pasar por ahí para ver a los chicos como entrenan, saludar a mis amigos y hasta me quedo hablando con cada uno de los padres. Te soy sincero, no me imagino una vida sin Malcolm.


¿Por qué decidiste se jugador de fútbol?


Creo que de chico no tenía la noción de lo que significaba ser un jugador profesional. Uno juega para divertirse solamente y no toma dimensión de lo bueno y malo que es ser futbolista, aunque no te voy a mentir que cuando miraba la televisión, lo soñaba.

Cuando empecé a jugar en las inferiores de Ferro (Club Ferrocarril Oeste) y también veía los partidos del primer equipo e incluso ayudaba como alcanza-pelotas, me di cuenta que quería estar ahí adentro, que quería ser alguien en el fútbol y a partir de séptima división me propuse lograrlo.


El mismo deporte te llevó a ser jugador profesional, ¿Pero en algún momento pensaste a qué te hubieses dedicado si no eras jugador profesional?


Sí, a veces pienso qué hubiese pasado si no llegaba a ser jugador. Supongo que ayudaría a mi viejo con los fletes y sus changas, pero sin duda en algo relacionado con el fútbol estaría. Tal vez jugando futsal, dirigiendo o ayudando en Malcolm con los chicos.


¿Cómo te ves jugando de acá a 10 años? ¿Y Después del fútbol?


De a acá a 10 años voy a tener 34 y estar cerca del retiro, pero espero poder seguir jugando al fútbol.

Cuando me retire, la idea sería seguir ligado al deporte, claramente. Tal vez, siendo técnico de algún club profesional y sin duda, dirigiendo en Malcolm. De todas formas, voy a tratar de jugar de manera amateur al futsal.





¿Qué consejos le darías a los chicos y a los padres?


A los padres les aconsejo que no obliguen a los chicos a hacer algo que no quieran. A veces uno trata de cumplir su sueño a través de los hijos, pero en definitiva los están obligando a hacer algo que no les gusta. En el caso que al chico le guste, el mejor consejo es que lo acompañen en todas sus decisiones y traten de acercarse lo más posible porque cuando al pibe no lo ponen, es cuando más cariño va a necesitar.

A los chicos les digo que disfruten y no bajen nunca los brazos. Cuando yo empecé en Ferro no jugaba, iba al banco de suplentes y después con el tiempo me empezaron a poner. El fútbol es así, un día no y al otro sí. Lo que tienen que saber es que van a tener que sacrificar algunas cosas como juntarse con amigos o jugar partidos de manera amateur porque pueden lesionarse.

No es un deporte fácil y nunca se sabe qué puede pasar. Por ahí estas entrenando y hay gente importante (representantes) que te está mirando y te terminan llevando a otro club. Por eso es fundamental siempre dar lo mejor de cada uno.


Por: Gonzalo Sorbo

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