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Futbolista dentro y fuera de la cancha

  • Foto del escritor: Gonzalo Sorbo
    Gonzalo Sorbo
  • 14 may 2020
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 21 may 2020

Emiliano Purita nació el 25 de marzo de 1997 en el barrio de Almagro y se desempeña como volante polifuncional en el club San Martín de Tucumán. Se formó futbolísticamente en el club San Lorenzo de Almagro y a los 15 años tuvo que tomar una gran decisión para su futuro. “Ser un jugador de fútbol es mucho más complejo que entrar a una cancha”, declaró.



¿Cómo definís tu infancia y cuál fue el quiebre para decidir ser un jugador profesional?

Mi infancia fue muy feliz. La verdad que mi familia y el fútbol siempre estuvieron presente todos los años. Fue y es algo que me hace muy feliz.

El quiebre para ser jugador profesional fue en séptima división, cuando tuve que decidir si seguir en el colegio con mis amigos de toda la vida o me cambiaba a otro para poder entrenar a la mañana.

En ese entonces, tenía de técnico a Pablo Salaberri que me daba mucha confianza y motivos para que siga jugando al fútbol y poder llegar a ser un profesional.

A pesar de ser chico cuando tomaste esta decisión ¿En algún momento sentiste que no lograrías el objetivo y pensaste en abandonar?

La verdad que no, mismo antes de tomar esa decisión dura de cambiar de colegio donde iba desde los 3 años, siempre supe o tenía en mente que sea donde sea, iba a llegar a jugar en primera división y me tenía mucha fe en San Lorenzo, pero por diferentes motivos no pudo ser. De todos modos, se te van presentando muchas situaciones a lo largo de la formación que te hacen pensar si es el camino correcto, aunque siempre estuve muy convencido de lo que hacía y sabía que llegaría la oportunidad.




Hoy, que ya sos un profesional y luego de haber pasado por varios clubes, incluso la selección juvenil ¿qué significa ser un jugador de fútbol?

Ser jugador profesional es mi trabajo, es la forma con la que me gano la vida, pero también con la que la disfruto porque es muy lindo hacer lo que te apasiona. También, ser jugador va más allá de lo que todos ven ya que se asume un gran compromiso, no solo con uno mismo sino con la sociedad. Hoy me toca estar en un club como San Martín que tiene mucha relevancia y tanta gente que lo sigue que te hace dar cuenta de que podés ser un referente en varios temas y no solo en lo futbolístico. En definitiva, ser un jugador de fútbol es mucho más complejo que entrar a una cancha.

Al ser más complejo que sólo entrar a una cancha ¿cómo llevás este profesionalismo a tu vida personal?

La alimentación y el descanso son el famoso entrenamiento invisible del que muchos hablan y realmente es muy importante porque entreno a la mañana dos horas y a la tarde puedo tener un doble turno en el club o mismo un entrenamiento personal, pero si después de cada entrenamiento no tengo el descanso y la alimentación adecuada no voy a rendir de la mejor manera. Otra cosa importante es la organización de los horarios y actividades personales, a veces se puede salir con amigos y otras veces no, como bien dije antes, al ser una figura pública hay gente atrás siguiendo tus pasos, desde los hinchas hasta los dirigentes del club.



Tenes alguna otra pasión o hobbie que lo lleves a la altura del fútbol o es incomparable?

Al fútbol no lo puedo comparar con otra actividad porque en esta cuarentena me estoy volviendo loco por entrenar y pisar una cancha (risas), pero sí me gusta mucho la música y a veces quiero aprender a tocar algún instrumento, aunque siempre surge algún inconveniente que me lo impide.

¿Qué consejo le darías a los chicos juveniles y sus padres?

A los chicos les recomiendo que disfruten esta etapa y no piensen tanto en el futuro porque el presente te deja muchos momentos lindos, anécdotas, amigos y para pensar en todo lo que demanda el fútbol ya habrá tiempo.

A los padres que los acompañen, los dejen disfrutar y no traten de vivir el sueño de uno en los hijos porque cuando las cosas se hacen con felicidad, lo demás llega solo.


Por: Gonzalo Sorbo

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